Devorando elefantes

miércoles, 23 de marzo de 2016

Principio de incertidumbre






Isabel Quintanilla

Llevo ya mucho tiempo tratando de aprender a mirar el vaso, y sin embargo, ni con la treintena lo he logrado. He recibido clases magistrales de retórica en hapiness, he hecho un curso de cocina, he leído tratados del más docto hacedor de autoestimas ajenas (vaya usted a saber la propia), he recorrido cientos de kilómetros, he contratado un seguro de vida a todo riesgo (para enfermedades "raras"), he visto amanecer frente al mar, y anochecer, he comprado unos cuantos libros y unas cuantas libretas, he buscado el sol y sucumbido a las estrellas, y ni con estas. 

Preguntas y más preguntas; ¿cómo apañárselas con las dudas?, ¿dónde quedan los pensamientos que no nos dijimos?, ¿con qué llenamos los huecos que, agazapados, quedan en las entrañas?, ¿qué pasa con las emociones que no supimos nombrar?, ¿soy yo o son los demás?

Tal vez, solo tal vez, todas estas dudas, y estos pensamientos, y estos huecos, y estas emociones pudieran llenar el vaso... Mientras tanto, yo lo observo. 






2 comentarios:

  1. Me encantó Isabel Quintanilla en la exposición de los realistas madrileños y, casualmente, ese cuadro.
    ***
    También yo trato de aprender a mirar el vaso. Sigo observando. Mientras tanto, la literatura me llena de respuestas y también de incertidumbres.

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  2. Isabel Quintanilla llegó a mí por casualidad, como casi todas las cosas importantes, y no podía dejar de observar este vaso...
    Efectivamente, siempre nos quedará la literatura, la pintura, el cine,la música, el silencio... Y el tiempo. Insisto, gracias.

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