Devorando elefantes

sábado, 7 de mayo de 2016

Deudas




"Dicen que hablamos claro, y que la poesía
no es comunicación, sino conocimiento,
y que sólo conoce quien renuncia a este mundo
y a sus pompas y obras".

                                          Línea clara. Luis Alberto de Cuenca.




Cultura inquieta

Sabía que me estabas esperando,  y no creas, te tenía muchas ganas. Últimamente todo me devuelve a ti, al origen. Y me gusta. Es como si todo tuviese un sentido finalmente. Yo, que tanto me he preguntado siempre, que he desgastado la materia gris de mis sueños y pulido la Piedra de Rosetta de mis incertidumbres en busca de respuestas que me permitiesen descifrar el jeroglífico de mis instintos.
Igual no es más que una manera de darme importancia; esa importancia con la que me empeño a veces en vestir todos mis santos y que en realidad no es más que una ignota idiosincrasia construida a base de cruces de melamina y pétalos de tinta.
Aun así, tú estabas aquí para sentarte frente a mí y tratar de dar luz a nuestros asuntos.
Te agradezco muchísimo la espera.




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