Devorando elefantes

sábado, 26 de mayo de 2018

Fantasmas


Me has hecho daño. Ya vienes tiempo haciéndolo. Fuimos amigas. El tiempo ha pasado entre nosotras. Creo, ahora creo, que a medida que yo crecía, tú te hacías más pequeña; y no has podido soportarlo.

Sé que en tu piel también hay cicatrices y sé de tu amor gigante por los tuyos; ya no soy una de las tuyos, dudo que algún día lo fuese. Qué más da.

Ingenua de mí, te hablé de tu pupilo, y como siempre tan obstinada, no me escuchaste. Atizaste todavía más las cenizas que iban cayendo a tu paso. Poco a poco todo ha ido desmoronándose, como  tus castillos de arena que el mar deshace y arrastra hacia el fondo de sus aguas; porque, déjame decirte, que, desde tu necia pretensión, desde tus opulencias vacuas, no se puede construir nada, de ahí solo nacen fantasmas.Yo trataba de escucharte y entenderte; muchas veces solo pretendía mediar a tu favor y cada vez que lo hacía, me encontraba con tu desprecio; por el mero hecho de despreciarme, por ser yo. 

Tus planes no han funcionado. No pudiste hacerlo de tus dominios. No pudiste ser su protectora. No pudiste entorpecer nuestra indisoluble unión, la unión más pura. Lo más irónico de todo es que ha sido precisamente tu pupilo el que ha destruido tu telaraña. 



Le pido al tiempo que me aleje de ti. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario