Devorando elefantes

sábado, 16 de junio de 2018

pre-oposición (y yo)


Me encuentro devastada a nivel emocional. Devastada. Sé que la presión por la oposición ha empeorado todo. Por las noches, cuando paro de estudiar porque ya no tiene sentido seguir, entonces me dedico a llorar. A darle el pecho a M y a llorar, como Dios manda. 
Y me acuerdo de aquellos meses siendo M un bebito, en aquella casa tan solitaria, y me acuerdo de todo lo que hemos vivido; te sorprendería saber con qué lujo de detalles guardo muchos de los momentos de este huracán y con qué descaro se me plantan delante, cada día, cada noche, a pesar de cuánto los odio, para recordarme, por si he tenido un atisbo de paz, qué puta es la vida a veces. 
Mi último miedo es con respecto al día del examen; me encuentro tan vulnerable que me da pánico que me de algo, no sé, una especie de colapso emocional en el que estallen todas mis terminaciones nerviosas y me tengan que sacar en camilla del escrito. 

1 comentario:

  1. *Lo conseguí. Conseguí la plaza. Todavía no me siento especialmente feliz, pero imagino que ya habrá ocasión para ello.

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