Devorando elefantes

domingo, 21 de octubre de 2018

República luminosa




"Las situaciones extraordinarias nos obligan siempre a razonar con una lógica distinta", República luminosa, ANDRÉS BARBA.


Es esta una historia muy curiosa, la de 32 niños salvajes que viven en la selva de una ciudad de provincias, San Cristobal, en Sudamérica, y cómo irrumpen en la ciudad en determinados momentos generando así episodios de angustia, incertidumbre, desvelos... Los 32 son un protagonista múltiple, colectivo, que no pierde en ningún caso el valor de unidad; acertado procedimiento para otorgar de una fuerza muy orgánica a la novela. 

En un escenario lleno de cloacas y oscuridad, los chicos consiguen crear un espacio en el que habitar dotado de LUZ. El río y la tierra, dos agentes muy significativos también en la narración, otorgan al texto de ese valor de naturaleza virgen, de asfixia tropical, de extremidad. 

Una historia fascinante, curiosa, inteligente; una crónica reposada y madura de unos hechos aborígenes y espeluznantes, narrada con una contención brillante, exquisita, serena. Sabia. 

"La infancia es más poderosa que la ficción". Vaya que sí.